Oda a la Prostituta

Tecnicamente no es una Oda, pero bueno.
Mujeres hechas de
49% Temple
49% Valentia
2%   Sueños y añoranzas


Maldito tu cuerpo,
esclavo del usufructo.
Un vestigio de alma
se esconde en tu mirada.

Tu anima se retuerce con violencia
protesta con fuerza contra la vida.
Grita y ruega por clemencia
mientras el olor de la desidia la consume

Amas a los hombres
cinco monedas la hora, siete monedas el doble
Imperiosa como Atila
o sumisa como Eva.

En un cuarto o recoveco
sean viejos o pendejos.
Clasico cigarro pos-coito
y el dinero sobre el escritorio.

Tras esos ojos de gato
y ese contoneo sensual
se esconde una marcha lugubre
una mirada espectral.

Aborreces a los hombres
cinco monedas  la hora, siete monedas el doble
con un odio inquebrantable
con una furia primigenia

Las grutas de tu cuerpo
cien veces ultrajadas
las lagrimas en tus ojos
pocas veces recordadas

Los tesoros de tu cuerpo
mil veces profanados
Rezos y lamentos en vano
que siempre han de ser despreciados

Atrapada en una esquina
añorando lo intangible
Cada hora te propicia
pan y agua para el pibe.

Condenada a la conjuncion
de la tragedia y el destino

Encerrada en una esquina
la contingencia se ausenta
solo soplan dos ventiscas
soledad y permanencia.

El destino y la Tragedia
Soledad y permanencia
Cinco monedas la hora, siete monedas el doble
Quince monedas, la noche.

Mi Castillo

Mmm....
Un dia que podria llegar a ser un dia del ogt, o un dia genial, no obstante la espera me tortura, dentro de poco mi vida podria tomar un giro de 180 grados, o no.

Les dejo

Mi castillo, el cual ha sido derruido y construido en repetidas ocasiones, en distintos lares, con distintos materiales, y siempre es atormentado por el mismo destino que le es propio al universo mismo.

Emocionado y espectante observo el crepusculo
deseo y ansio la nocheque habra de traer tu cuerpo.
En la penumbra en silencio
construyo un Castillo

Como un Rey esbozo una sonrisa.
Entre sedas y marmol descanso.
Mi castillo, mio

Entre el fervor y los suspiros
construyo un castillo
cada caricia un ladrillo
las torres forjadas con gemidos

En la mañana me derrumbo
Soldados ajenos atentan contra sus paredes.
Contra tu piel, manos desconocidas te recorren.
Jinetes Bellacos invaden mi castillo, tu cuerpo

Mi castillo se derrumba
entre engaños y mentiras.
Mi sueño se descompone,
mi fantasia se corroe.

Esta noche la pasion y el deseo
habran de recontruirlo.
Mis ojos se inyectan de sangre,
lloro, me lamento.

Absorto en odio y desenfreno,
con un beso fatal de mi hoja
habre de derruirlo para siempre.
Escombros, cenizas

No mas engaños, no mas mentiras
preso del odio y la tristeza
Nadie robara mi Castillo.